SU OBRA

En 1922 participó en el III Salón de Otoño de Madrid, presentando a este dos obras, «Luisito» y «Viejo de Lopera», obtiene en esta una propuesta para socio. 1

 En 1924 expone, en el Circulo de Bellas Artes de Murcia, una obra titulada «La Segadora», desnudo femenino en actitud reclinada. La obra estuvo expuesta en el vestíbulo de la Diputación Provincial de Murcia hasta su posterior traslado al Palacio de San Esteban (Murcia), sede de la Comunidad Autónoma de Murcia, en donde se encuentra en la actualidad.

Muestra a una joven bellísima desnuda, sentada en el suelo, con la pierna derecha doblada y ligeramente levantada, con la mano izquierda sostiene una hoz y con la derecha recoge un haz de espigas de trigo. Su cabeza y su torso lo vuelve en bellisimo escorzo. Sus senos los muestra redondeados y turgentes y su rostro es tremendamente expresivo. El modelado de la figura es perfecto, inspirado en obras de Rodín, Clará y Albert Bartolomé, de gran naturalismo

 En 1926, Antonio Ros, presenta una serie de esculturas en la Exposición Nacional de Bellas Artes celebrada en el Palacio de Cristal del Buen Retiro de Madrid, junto a magníficas obras salidas de los cinzeles de Borrel Nicolau, Marinas, Iurria, Planes, Benlliure y otros. El escultor murciano presentó a esta magna exposición diez obras, de las cuales cuatro sobresalen por encima de las demás. La más notable de todas ellas es “Ensueño”, situada en el centro del Salón, con un hombro levantado y apoyado en la región escapular.Le sigue “Minero Vasco”, hombre con boina, con rostro bronceado por el sol del norte, obra que fue adquirida por el Ayuntamiento. Otra figura es «Boceto», que a juicio del pintor Luis Garay es la que más le agradó, donde el ensayo es mejor que la función. «Es espontanea, tiene conjunto y está bien» y finaliza el critico y pintor: «Mario Ros ha demostrado que es una esperanza realizable y una posibilidad de futuro que avanza a pasos agigantados».

Este año, presenta también varias obras en el VI Salón de Otoño de Madrid, entre ellas destaca una, «Cabeza de estudio», que recibe muy buenas críticas en la revista Blanco y Negro del diario ABC.

Maqueta del monumento a San Francisco de Asís

A comienzos de octubre de 1927, lleva a cabo y finaliza una obra muy importante, el Monumento a San Francisco de Asís, en el Plano de San Francisco de Murcia. el monumento fue destruido en los tristes sucesos que siguieron a la proclamación de la Segunda República, en mayo de 1931. En el convento franciscano de Santa Catalina del Monte, en el Verdolay (Murcia), se conserva en el patio del jardín, el cuerpo del Santo de Asís, a la que le fue añadida una cabeza con posterioridad, y es una burda imitación de la original, que se encuentra embalada en los sótanos del convento de las claras de Murcia.
La base del monumento, es de mármol negro, con prolongaciones que cubren las aristas del primer cuerpo. Tiene de bronce los grifos que simulan las cabezas de un lobo. En la fuente central cae el agua sobre una concha de mármol negro. En los cuatro planos laterales, en el segundo cuerpo hay cuatro bajorrelieves que simbolizan momentos de la vida de San Francisco: Transito de San Francisco, la impresión de las llagas y el Cántico del Hermano Sol. El tercero de los bajorrelieves es un tríptico que recuerda las glorias franciscanas de la región de Murcia: A sus lados sobresalen las figuras de los beatos Andrés Hibenón, natural de Alcantarilla y Pedro Soler de Lorca, ambos franciscanos, el centro lo preside el maestro de la Escuela franciscana, el venerable Juan Duru Escoto, en actitud de escribir lo que le dicta La Inmaculada, la cual aparece rodeada de nubes.
En la parte posterior se encuentra la siguiente inscripción: «AL HERALDO DEL GRAN REY Y CRISTO DE LA EDAD MEDIA. SAN FRANCISCO DE ASÍS, EN EL VII CENTENARIO, DE SU TRÁNSITO GLORIOSO. MURCIA Y SU REGIÓN», y en la fachada principal bajo el escudo de la Orden se lee la clásica bendición franciscana.
Tanto la estatua del Santo Poverello de Asís de tamaño mayor que el natural, de 2,50 m., como los bajorrelieves están labrados en mármol blanco, en un estilo idealista naturalista. El proyecto de dicho monumento se presentó en enero de 1927. El retrato del santo, es magnífico y de gran perfección técnica.
En el preciso momento de ser inaugurado dicho monumento la hermosa explanada del Plano de San Francisco, se encontraba invadida por gran cantidad de público. Asistieron al mismo: el Gobernador Civil, Deán de la Catedral de Murcia, Ldo. don Julio López Maimón; Presidente de la Diputación Provincial, don José Ibañez Martín; el rector de la Universidad; el acalde de Murcia, don Francisco Martinez García, también terciario franciscano y protector de Ros; Hermanos Maristas; Presidente de la Federación Católica Agraria; Secretario del Ayuntamiento Sr. Guerrero; Director de la Escuela Normal de Magisterio, Presidente de la Guardia Antoniana, el escultor Ros y los periodistas.
Al día siguiente, miércoles 5 de octubre, en el Hotel Patrón se le ofrecía un banquete al escultor Ros, obsequio de sus amigos y admiradores, entre ellos el Alcalde de Murcia, el Catedrático y presidente del Círculo de Bellas Artes, Sr. Fernández de Velasco; el bibliotecario Sr. Sobejano; y el pintor don José María Sanz.

El sábado 15 de febrero de 1930, en el Salón Principal del Palacio de Bibliotecas y Museos de Madrid, situado en el Paseo de Recoletos se abre una exposición del pintor José María Almela Costa y del escultor murciano Mario Antonio Ros, inaugurada a las doce del mediodía. El escultor Ros ha presentado a esta exposición 25 esculturas: Minero, Ramón y Cajal, Mi padre, Poeta, Piedad, Mari Tere, Almela Costa, Maternidad, Teresa, Ofrenda, R. Martinez, Jara Carrillo, Armandita, A. Chacón, Salomé, M. Martín, Gitana, Lagarterana, Danza, Amanecer, F. Martín, Boceto, Lola, La Noche, La Música. La exposición constituyó un éxito para ambos artistas, recibiendo grandes elogios por parte de la prensa y la crítica especializada. La crítica del periódico ABC de Madrid, el domingo 16 de febrero señala que lo expuesto por Ros es variado, interpretando retratos, tipos populares y figuras simbólicas. Una de estas obras “Danza” (escayola), fue seleccionada el 15 de abril del citado año para figurar en la Exposición Nacional de Bellas Artes, Sección de Escultura con el nº942.

A la muerte del prestigioso científico y premio Nobel de Medicina, don Santiago Ramón y Cajal sacó de su lecho funerario, una mascarilla de cera del rostro, de este eminente sabio y modeló un soberbio busto del mismo, cabeza-retrato que fue fundida a comienzos de enero de 1931 por la Casa Mir y Ferrero en bronce por la cantidad de 350 pts., y que era regalado a los más prestigiosos catedráticos y doctores en Medicina, para tenerlos en sus despachos. Actualmente esta obra es propiedad de Museo del Prado.

Después de la guerra, en abril de 1 943, junto a otros artistas, el escultor murciano concurrió a la Exposición de Pintura y Escultura, organizada por el Casino de Murcia y patrocinada por el Excelentísimo Ayuntamiento de Murcia, donde presentó una magnífica cabeza de Cristo, tallada en madera de olivo, muy expresiva, donde las espinas le atravesaban las cejas. Fue robada de la casa del escultor, junto con moldes, herramientas y otras obras, al poco tiempo de su fallecimiento en 1975.

Cuatro años más tarde, en 1947, en primavera concurre a una Exposición de Pintura y Escultura, organizada por el Ayuntamiento de Murcia en los Salones de la Sociedad Económica de Amigos del País, presentando dos esculturas: Segoviano y Busto de niña.

Posteriormente a este año, y debido a problemas económicos, se dedica a realizar bustos y retratos para sus familiares y colecciones particulares, destacando el busto-retrato del prestigioso médico psiquiatra don Raimundo Muñoz.

Fuente:»Escultores Murcianos del Siglo XX» de José Luís Melendreras Gimeno